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Cómo planchar pantalones: una forma sencilla de hacerlo para que queden perfectos

Mira, la vida está llena de pruebas, y entre ellas se encuentra el arte de planchar pantalones. Especialmente si tienen raya.

Quizá hayas dominado el sudoku, hables cinco idiomas o que seas capaz de hacer el cubo de Rubik en menos de un minuto, pero si no dominas el arte de planchar bien unos pantalones… aún no te has pasado el juego.

Por eso hoy te traigo algunos consejos y trucos para planchar pantalones, para que deje de ser una travesía por el desierto pase a ser (casi) tan fácil como pelar una plátano.

Así que afloja ese nudo de la corbata, toma una bocanada de aire y prepárate. Vamos a abordar el Everest de la colada: planchar los pantalones perfectamente, y lo más importante, sin perder los nervios por el camino.

Consejos previos para dejar tus pantalones lisos y perfectos

Antes de lanzarte a la misión “Operación Pantalones Planos”, necesitas hacer un poco de preparación previa. Créeme, unos minutos de trabajo previo pueden ahorrarte un montón de tiempo, frustración y, lo más importante, dignidad.

Usar un centro de planchado

En el noble arte de la planchado, la elección de la herramienta es crucial. No es lo mismo tratar de aplanar tus pantalones con una plancha de viaje que con un centro de planchado profesional. 

Por supuesto, cada uno con lo que puede, pero si tienes acceso a un centro de planchado, tienes ya medio camino hecho. 

Los centros de planchado son los Ferraris de las planchas. Ofrecen un golpe de vapor mucho más potente que una plancha convencional, lo que significa que esos molestos pliegues desaparecerán más rápidamente que tu paciencia al intentar planchar pantalones.

Conocer la prenda (tejido y etiqueta)

Nunca te lances a la batalla sin conocer a tu enemigo. Es vital conocer el tipo de tela de tus pantalones. Cada tejido requiere un nivel de calor diferente. El algodón puede soportar mucho calor, mientras que los tejidos sintéticos son más delicados y podrían pegarse o quemarse si aplicas demasiado calor. 

Echa un vistazo a la etiqueta de tus pantalones para saber de qué están hechos y ajusta la temperatura de tu plancha en consecuencia. 

El paso a paso para planchar tus pantalones

Ahora que ya tienes tus armas y conoces a tu enemigo, es hora de entrar en acción. Aquí tienes una guía detallada para planchar tus pantalones sin acabar con un desastre de proporciones cósmicas.

La parte delantera

Comienza por el frente, por el mismo lugar donde, generalmente, llevas tu teléfono móvil o las llaves. Para planchar correctamente esta área, abre el pantalón por la parte delantera y coloca una de las perneras sobre la tabla de planchar. Alisa la tela con la mano y pasa la plancha con cuidado, asegurándote de no arrugar las otras partes del pantalón. Recuerda, queremos eliminar las arrugas, no crear nuevas.

La cinturilla y las trabillas

Luego pasa a la cintura y las trabillas. Para esto, abre el pantalón y coloca la cintura en el borde más estrecho de la tabla de planchar. Pasa la plancha por la cintura y las trabillas. Hazlo con delicadeza, como si estuvieras acariciando a un gatito. 

Las trabillas pueden ser pequeñas, pero si las descuidas, notarás que tu cinturón hace cosas extrañas y te aseguro que eso no es nada atractivo.

Las perneras (o cómo marcar la raya sin perder la cabeza)

Ahora, llega el temido reto de las perneras. Esto es un uno a uno, tú contra la tela, así que respira hondo, relaja tus hombros y aborda cada pernera por separado.

Para iniciar, coloca una de las perneras sobre la tabla de planchar. Puedes rociarla con agua antes de comenzar; un poco de humedad puede ayudar a suavizar esas arrugas testarudas.

Empieza con suavidad, deja que el vapor haga su trabajo y ve pasando la plancha por toda la superficie. Presta especial atención a los bajos, esas áreas obstinadas donde las arrugas parecen haber echado raíces. Recuerda, la paciencia es una virtud, especialmente en el planchado de pantalones.

Una vez hayas terminado con la primera pernera, es hora de darle la bienvenida a la segunda. Repite el proceso, con la misma paciencia y delicadeza, y asegúrate de no presionar el borde para evitar marcar una raya no deseada.

Ahora es el momento de marcar esa raya en el pantalón, la marca de distinción que separa a los principiantes de los expertos en planchado. Para hacerlo, alinea perfectamente las entrepiernas de una pernera y comienza a planchar a lo largo de la línea de una manera firme, pero sin presionar demasiado. Trata de hacerlo como si estuvieras pasando el dedo por el filo de una hoja de papel. Repite el proceso con la otra pernera. Esta es una técnica que se aplica principalmente a los pantalones de vestir, para darles ese acabado elegante que dice “sé lo que estoy haciendo”. 

Truquillos extra para que te quede perfecto

Ahora que ya hemos profundizado en el arte de planchar pantalones, es hora de compartir contigo algunos consejos adicionales para hacer tu vida más fácil y tus pantalones aún más impecables.

  1. Siempre plancha del revés. Esto evita el brillo indeseado en tus pantalones, especialmente en los oscuros. Créeme, no quieres que tus pantalones brillen más que tu personalidad.
  2. Usa un paño de algodón blanco. Si necesitas planchar el derecho de tus pantalones, usa un paño de algodón blanco entre la plancha y el pantalón. Esto evitará que se quemen o brillen. 
  3. Déjalos enfriar antes de usarlos. Una vez planchado, deja reposar el pantalón unos minutos antes de ponértelo. Esto permite que las fibras se asienten y que el planchado dure más.
  4. Plancha después de lavar. Es más fácil planchar pantalones cuando todavía están un poco húmedos después de lavarlos. Si ya están secos, usa el rociador de la plancha o un spray con agua.
  5. Guárdalos correctamente. Para mantener tus pantalones en buen estado, guárdalos correctamente después de planchar. Dóblalos a lo largo de la raya que acabas de marcar y cuélgalos en una percha especial para pantalones. Esto evitará la aparición de arrugas nuevas y te ahorrará trabajo la próxima vez.

Recuerda, aunque parezca una tarea abrumadora, con paciencia, práctica y estos consejos, serás un experto en planchado en poco tiempo. Y siempre, siempre, hazlo con un toque de humor. Porque, después de todo, son solo pantalones.

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