Si alguna vez te has enfrentado a la tarea de planchar poliéster, ya sabes que puede ser algo así como intentar domar un gato salvaje.
Estás ahí, sudando la gota gorda, mientras la prenda parece reírse en tu cara. Pero, si lees este breve artículo hasta el final y prestas un poco de atención, desde ya, planchar poliéster dejará de ser un dolor de cabeza, para convertirse en un tejido más de los que planchas cada día.
Requisitos imprescindibles para planchar poliéster
Si pensabas que te iba a desvelar algún secreto mágico para que las arruguitas de esa camisa/chaqueta/pantalones de poliéster no se te resistan, vas por mal camino.
Planchar poliéster y que quede perfecto requiere de ciertas condiciones… y todas ellas son imprescindibles si no la quieres liar parda.
Veamos en un momento cuales son:
Una plancha con control de temperatura
Si no tienes una plancha con control de temperatura, estás básicamente jugando a la ruleta rusa con tus prendas de poliester. Asegúrate de que tu plancha te permita ajustar el calor para adaptarte a las delicadas necesidades del poliéster.
Algo que, por otro lado, sería bastante raro, ya que hoy en día hasta las planchas de viaje, sí, esas diminutas que caben en una maleta de mano, llevan control de temperatura. Pero bueno, como dicen en inglés: just in case.
Mantén la prenda húmeda
Un poco de humedad en la prenda facilitará mucho el planchado. No hablamos de que la planches encharcada, es simplemente un poco húmeda.
Algo tan sencillo como no dejar que se seque del todo la prenda cuando está tendida, o bien pulverizarla ligeramente con un spray de agua.
La suela de tu plancha debe estar impoluta
Cualquier residuo de cal, de quemaduras… puede dar al traste con tu amada prenda de poliéster.
Así que ya sabes: la suela de tu plancha debería estar tan limpia, que se tendría que poder hacer una operación a corazón abierto sobre ella.
Si no sabes como limpiarla, en este artículo te doy las claves para dejarla reluciente como el primer día.
La guía paso a paso para planchar el poliéster como un profesional
Una vez has cumplido con los requisitos de arriba, todo será mucho más fácil.
Solo te quedará ejecutar una por una la acciones que tienes que abajo para que el poliéster deje de ser tu peor enemigo.
Siguiendo os pasos que te cuento a continuación, te convertirás en todo un experto planchando este delicado material.
# 1: Prepara tu estación de planchado
Ya sea que tengas un vanguardista centro de planchado o una plancha de vapor del montón, asegúrate de que todo esté listo para el despegue antes de acometer tu (gracias a este artículo ya no tan) titánica tarea.
Eso incluye una tabla de planchar estable y un ambiente libre de obstáculos. No queremos accidentes.
# 2: Sitúa la ropa como es debido
Coloca tu prenda de poliéster en la tabla de manera que puedas abordarla con eficacia: bien plana, estirada y con buen acceso a todos los recovecos y pliegues. No tiene sentido luchar contra la geometría aquí.
# 3: ¡A la conquista de las arrugas!
Empieza a planchar de la parte inferior hacia arriba en movimientos constantes. No te detengas, o correrás el riesgo de marcar la ropa con líneas de calor y, al mismo tiempo, coger una depresión.
Y ahí lo tienes, el Santo Grial para planchar poliéster sin desesperar en el intento. ¿Quién dice que no puedes enseñar trucos nuevos a un perro viejo… o al poliéster, en este caso?
Ahora puedes usar esas prendas que antes eran solo aptas para maniquíes de tiendas o para tu imaginación. A planchar se ha dicho.